Un poco de nuestra historia...

Una de las particularidades de Rosario es haber crecido a las orillas del Delta del río Paraná, o sea en una de las reservas de agua dulce más importantes del planeta: el Acuífero Guaraní, conformado por los ríos Bermejo, Paraná y Uruguay, que se inicia entre las naciones hermanas de Paraguay y Brasil y desemboca en el Río de la Plata hacia el Océano Atlántico. Este recorrido, también denominado como Litoral, está conformado por las provincias argentinas que bordean el río Paraná: Misiones, Chaco, Corrientes, Entre Ríos, Santa Fe y Buenos Aires. Desde el siglo XVI hasta principios del siglo XIX estas regiones fueron conquistadas por los españoles. Sin embargo, Rosario, no tuvo fundador. Luego de proclamar la independencia de España en 1810, el Gral. Manuel Belgrano, enarboló por primera vez la Bandera Nacional en sus barrancas antes de partir hacia el interior. En ese momento Rosario era tan solo una villa, pero su rol como puerto de la Confederación -luego de sancionada la Constitución Nacional en 1853- la elevó a ciudad. El Monumento Nacional a la Bandera fue erigido en su conmemoración.
Rosario floreció como ciudad-puerto de comunicación con la zona centro y sur de la región santafesina y sur de Córdoba, convirtiéndose en el centro litoraleño de la exportación de materias primas dentro del conocido modelo agro-exportador que tuvo su auge desde 1880 a 1930 y que permitió a la Argentina participar del comercio mundial como productora de carnes y cereales. Este desarrollo es todavía evidente en las más importantes instituciones comerciales y culturales que aún funcionan en la ciudad.